El duelo es una respuesta natural que tenemos todas las personas, es el nombre con el que se hace referencia al proceso que transitamos cuando sufrimos una pérdida.
En general, solemos relacionar el duelo con la muerte de un ser querido. No obstante, cuando hablamos de pérdidas significativas también hacemos referencia a otro tipo de acontecimientos que requieren realizar un proceso personal: una ruptura de pareja o de amistad; un aborto; la pérdida de una mascota, de un trabajo o de salud por causa de una enfermedad; un cambio de domicilio o de estilo de vida; y en definitiva, un proyecto de vida truncado.
Si bien en algunos momentos contamos con los recursos personales y una red de apoyo que nos sirven de sostén para elaborar el duelo, también hay ocasiones en las que tener un apoyo profesional se vuelve necesario para que la situación no se enquiste de manera traumática.
Por otro lado, es importante recordar que el proceso de duelo no tiene por qué ser necesariamente doloroso y traumático en sí mismo. A pesar de que es un momento muy difícil, también puede ser una oportunidad para aprender, crecer y descubrir nuevos aspectos de nosotros/as mismos/as.
El proceso terapéutico facilita la elaboración y recolocación de la pérdida, desde un sentido propio, al mismo tiempo que aporta dirección y sostén para la reconstrucción del día a día y la proyección de un futuro en el que haya lugar para la esperanza.
Además, es importante tener en cuenta que el proceso de duelo no tiene una duración fija y puede ser muy variable en función de la persona y de la situación concreta. Cada persona tiene su ritmo y su manera de vivir el proceso de elaboración de la pérdida, por lo que es fundamental respetar los tiempos y las emociones propias de cada persona.
En este sentido, el proceso terapéutico puede ser una herramienta valiosa para acompañar y guiar a la persona en su proceso de elaboración y crecimiento personal.
Si sientes que es el momento de comenzar un proceso terapéutico para trabajar una pérdida significativa o un proceso de duelo, ponte en contacto conmigo.
«No se puede encontrar la paz, evitando la vida.»
Virginia Woolf
Se ha hecho popular el estudio de Kübler-Ross en el que indicaba que el duelo atravesaba 5 fases:
Hoy en día muchos teóricos no apoyan esta idea. Desde Llum Psicología abogamos por una mirada hacia el duelo libre de fases predeterminadas, entendiendo que cada persona vive de forma única su propio proceso, en el que todas las emociones son válidas y saludables por desagradables o contradictorias que sean (como sentir alivio, paz, enfado, etc.).
Además, desde nuestro enfoque entendemos que la elaboración de la pérdida no será un camino recto, sino más bien un camino de altibajos a los que acercarnos desde la curiosidad, el respeto y la sabiduría necesaria para entender qué significan y cómo nos están ayudando a integrar lo sucedido.
Por supuesto. El duelo hace referencia a la pérdida de un ser querido, en el que para muchas personas se incluyen sus mascotas.
De hecho, a menudo hay personas que sienten que se llegan a vincular más con su mascota que con otro ser humano. Para estas personas la pérdida de su mascota puede ser un suceso terrible ya que se produce un doble sufrimiento: el dolor en sí mismo por la pérdida y la invalidación de su entorno por no entender o respetar cómo le ha podido afectar de ese modo el perder a “un simple animal”.
Desde Llum Psicología entendemos que la vida animal es igualmente valiosa que la de un ser humano y comprendemos que los vínculos que se puedan establecer con una mascota o cualquier otro animal (por ejemplo, que pertenezca a un refugio o una colonia) pueden llegar a ser muy significativos, por lo que el duelo en estas circunstancias merece todo nuestro respeto y la voluntad para acompañar de la forma más compasiva posible.
Si necesitas elaborar la pérdida de un animal en un lugar seguro, todas las compañeras que formamos el equipo estaremos dispuestas a acompañarte en este difícil momento.
Un duelo no autorizado es un duelo que socialmente no se acepta o no se comprende tan abiertamente como ocurre con duelos clásicos como la pérdida de un ser querido.
Por ejemplo, un duelo no autorizado habitualmente es el duelo que muchas mujeres atraviesan al sufrir un aborto (o bien la pareja o familiares de la mujer que haya abortado). Estas personas, especialmente las mujeres, sienten que no tienen el derecho a verse tan afectadas cuando reciben comentarios ajenos del tipo “si era un garbancito, no era nada todavía”, “no habrá sentido nada”, “a la próxima irá bien”.
Además, este duelo puede resultar complejo, y todavía más socialmente invalidado, cuando el aborto ha sido una decisión de la mujer y no por accidente.
Desde Llum Psicología, cabe dejar claro que defendemos el aborto libre, que es un derecho y decisión de toda mujer, y que al mismo tiempo comprendemos como profesionales y como mujeres que pese a tomar una decisión como la de abortar, el duelo por el mismo es totalmente legítimo y válido, por lo que si es tu situación y necesitas un espacio seguro y de sororidad, puedes contar con nosotras para que te acompañemos en el proceso.
El duelo anticipado ocurre cuando una persona prevé que, a menudo por enfermedad o por envejecimiento, va a sufrir la pérdida de un ser querido.
Este tipo de duelo es un proceso complejo en el que la persona anticipa cómo se va a sentir cuando suceda la pérdida de su ser querido y trata de prepararse para ello.
El duelo anticipado a menudo también ocurre en las relaciones de pareja, cuando una de las personas prevé que tarde o temprano se va a romper la relación. Asimismo, también podría ocurrir este tipo de duelo cuando se prevé un cambio laboral o un cambio de domicilio, o ante la noticia de que una amistad con la que comparte momentos cotidianos se va mudar a otra ciudad o país.
